La masa de pizza es un elemento fundamental para lograr una pizza perfecta. Hay diferentes técnicas y trucos que se pueden utilizar para mejorar su textura, sabor y facilidad de manejo. Una de estas técnicas es reposar la masa en la nevera. Pero, ¿es realmente recomendable hacerlo?
¿Qué pasa si dejamos la masa con levadura en la nevera?
La levadura es un ingrediente clave en la elaboración de la masa de pizza, ya que es responsable de hacer que la masa crezca y se vuelva esponjosa. Cuando dejamos la masa con levadura en la nevera, ocurren algunos cambios importantes.
En primer lugar, el frío ralentiza la acción de la levadura. Esto significa que la masa tardará más tiempo en fermentar y crecer. Sin embargo, este proceso lento permite que se desarrollen sabores más complejos en la masa, ya que se producen reacciones químicas adicionales durante la fermentación.
Además, el frío también ayuda a relajar la masa, lo que facilita su manejo y estirado. Al reposar en la nevera, la masa se vuelve más elástica y menos pegajosa, lo que permite trabajar con ella de manera más sencilla.
¿Cómo conservar la masa fresca?
Si decides reposar la masa de pizza en la nevera, es importante seguir algunos consejos para conservarla en óptimas condiciones.
En primer lugar, asegúrate de guardar la masa en un recipiente hermético, como un Tupperware o una bolsa de comida bien cerrada. Esto evitará que se seque y adquiera olores o sabores no deseados de otros alimentos en la nevera.
También es recomendable colocar la masa en la parte más fría de la nevera, generalmente en la zona inferior. Esto ayudará a mantener una temperatura constante y evitará que la masa se enfríe demasiado rápido o se exponga a cambios bruscos de temperatura.
La masa de pizza se puede conservar en la nevera durante 2 o 3 días máximo. Pasado este tiempo, es recomendable utilizarla lo antes posible, ya que la levadura seguirá fermentando y la masa puede volverse excesivamente ácida.
¿Qué pasa si la masa se congela?
Otra opción para conservar la masa de pizza es congelarla. La congelación es adecuada para todo tipo de masas, tanto con levadura como sin ella, e incluso para masas rellenas.
Para congelar la masa, es importante dejarla secar un poco sobre toallas de tela antes de colocarla en el congelador. Esto evitará que se pegue y formen una masa compacta.
Una vez que la masa esté seca, puedes colocarla en bandejas, platos o cualquier superficie plana que mantenga los trozos separados. Luego, coloca los trozos en bolsas bien cerradas y guárdalos en el congelador.
Al momento de utilizar la masa congelada, es recomendable pasarla directamente del congelador al agua hirviendo, sin descongelarla previamente. Esto evitará que la masa se humedezca demasiado y pierda su textura.
¿Es posible secar la masa de pizza?
Una opción menos común pero igualmente válida es secar la masa de pizza. Este método es ideal si deseas conservar la masa durante largos períodos de tiempo sin la necesidad de utilizar la nevera o el congelador.
Para secar la masa, colócala sobre un marco o rejilla perforada para permitir que el aire circule por encima y por debajo de la masa. Asegúrate de voltearla varias veces durante el proceso de secado para que seque de manera uniforme.
Una vez que la masa esté completamente seca, puedes guardarla en bolsas cerradas y durará meses en la despensa. Sin embargo, tener en cuenta que la masa seca ya no se considera masa fresca, sino más bien pasta seca.
Es importante mencionar que el método de secado no es adecuado para masas rellenas, ya que el relleno puede humedecer la masa y estropearla.
¿Cómo cocer la masa de pizza?
Si has decidido reposar la masa en la nevera y ahora es el momento de cocinarla, es importante seguir algunos consejos para obtener los mejores resultados.
En primer lugar, es recomendable hervir agua con un poco de aceite antes de cocinar la masa de pizza rellena. Una vez que el agua esté hirviendo, sumerge la masa en ella y escúrrela en cuanto salga a la superficie.
Después de escurrir la masa, puedes colocarla sobre un paño para que se seque un poco antes de utilizarla. Luego, consérvala en la nevera en un recipiente perforado para permitir que el exceso de humedad se escape.
Es importante consumir la masa rellena en un par de días después de cocinarla, ya que la humedad del relleno puede afectar su textura y sabor si se deja por mucho tiempo.
Reposar la masa de pizza en la nevera puede ser una excelente opción para mejorar su sabor y textura. Tanto el frío como la congelación y el secado son métodos válidos para conservar la masa fresca durante más tiempo.
Tener en cuenta las recomendaciones mencionadas anteriormente para asegurarse de que la masa se conserve en las mejores condiciones y obtener pizzas deliciosas en cualquier momento.
No dudes en experimentar con diferentes técnicas y descubrir cuál es tu método favorito para conservar la masa de pizza. ¡Disfruta de tu pizza casera perfecta en cualquier momento!