Si estás embarazada y eres amante del jamón serrano, seguramente te hayas preguntado si es seguro consumirlo durante esta etapa. Durante mucho tiempo, se consideraba que el jamón crudo era un alimento prohibido para las mujeres embarazadas debido al riesgo de contraer toxoplasmosis. Sin embargo, recientes estudios han demostrado que el jamón serrano ibérico, con una curación de más de 18 meses, es seguro para el consumo durante el embarazo. ¡Y resulta que el jamón ibérico tiene más de 24 meses de curación!
¿Por qué se prohibía el consumo de jamón serrano en el embarazo?
El principal motivo por el cual se desaconsejaba el consumo de jamón serrano en el embarazo era la posibilidad de contraer toxoplasmosis congénita, una enfermedad causada por el parásito Toxoplasma Gondii. Este parásito se encuentra principalmente en alimentos crudos como el pescado y la carne cruda, y puede causar graves daños en el feto.
Sin embargo, diversos estudios han demostrado que el parásito no se encuentra presente en los jamones ibéricos que pasan los controles de sanidad pertinentes. Según un estudio realizado por la Universidad de Granada y Valencia en 2016, el método tradicional de salado utilizado en la producción del jamón serrano asegura la eliminación total del parásito Toxoplasma Gondii. Por lo tanto, el jamón ibérico es una excepción y puede ser consumido sin riesgo durante el embarazo.
Beneficios del consumo de jamón serrano en el embarazo
Además de satisfacer los antojos de las embarazadas, el jamón serrano ibérico es una excelente opción para la salud cardiovascular gracias a sus ácidos insaturados. Además, aporta una gran cantidad de vitaminas del grupo B que favorecen el desarrollo del bebé, como la vitamina B1, B2, B6 y B1También es una fuente de vitamina E.
Algunos profesionales sanitarios recomiendan que, por precaución, las embarazadas congelen el jamón serrano antes de consumirlo. Se sugiere que se congele durante dos días a una temperatura de -20ºC para eliminar cualquier sospecha de restos del parásito en los quistes que puedan resistir en el jamón. Tener en cuenta que no todos los congeladores domésticos alcanzan esta temperatura, por lo que se debe verificar antes de consumir el jamón congelado.
En cualquier caso, todos los ginecólogos coinciden en que, si se va a consumir jamón serrano durante el embarazo, ya sea congelado o no, es importante asegurarse de que sea de buena calidad y provenga de un lugar de confianza. Por eso, Jamón Puro Bellota es la mejor opción para todas las embarazadas que deseen disfrutar de esta delicia de forma segura.
¿Cuándo no se puede consumir jamón serrano durante el embarazo?
Si bien se ha determinado que el consumo de jamón serrano ibérico es seguro durante el embarazo, existen algunas situaciones en las que se desaconseja su consumo. Por ejemplo, si el jamón no ha pasado los controles de sanidad pertinentes o si su proceso de curación es inferior a los 18 meses, puede representar un riesgo para la salud de la madre y el bebé.
Además, si una mujer embarazada ha desarrollado toxoplasmosis antes de quedar embarazada, se recomienda evitar el consumo de jamón serrano, ya que existe la posibilidad de una reactivación de la infección durante el embarazo.
En caso de duda, es recomendable consultar con el ginecólogo o médico antes de consumir jamón serrano durante el embarazo.
El consumo de jamón serrano ibérico, con una curación de más de 18 meses, es seguro durante el embarazo. Este alimento no representa un riesgo para la salud de la madre y el bebé, ya que se ha demostrado que no contiene el parásito Toxoplasma Gondii. Además, el jamón serrano ibérico aporta beneficios nutricionales importantes, como ácidos insaturados y vitaminas del grupo B.
Siempre es importante asegurarse de que el jamón serrano sea de buena calidad y provenga de un lugar de confianza. Además, se puede optar por congelar el jamón serrano durante dos días a una temperatura de -20ºC como medida de precaución.
En definitiva, ¡las embarazadas ya pueden disfrutar de su tabla de jamón serrano sin preocupaciones!