La pizza es una de las comidas favoritas de muchas personas. Ese aroma recién horneado, la salsa de tomate rica y el queso derretido y elástico son irresistibles. Si te gusta hornear tu propia pizza, debes probar esta clásica receta de pizza margherita del maestro de la pizza Ciro Salvo, de 50 Kalò en Nápoles.
Pero incluso para los amantes más fervientes de la pizza, hay momentos en los que simplemente no puedes comer otra rebanada. Si quieres guardar esas deliciosas sobras para otro día, echa un vistazo a nuestra práctica tutorial sobre cómo congelar la pizza sobrante.
¿Puedo congelar la pizza sobrante?
Si planeas comer las sobras de pizza en los próximos días, la refrigeración es la mejor opción. Simplemente apila las rebanadas de pizza dentro de un recipiente hermético con toallas de papel separando cada rebanada, sella el recipiente y colócalo en el refrigerador. De esta manera, la pizza se mantendrá fresca durante hasta 4 días, pero si quieres conservar las sobras durante más tiempo, o si has horneado un gran lote de pizzas para comer en los próximos meses, deberás usar el congelador.
La buena noticia es que la pizza se congela muy bien y conservará su sabor y textura una vez descongelada y recalentada. Después de todo, la mayoría de nosotros hemos disfrutado de deliciosas pizzas congeladas compradas en la tienda. Congelar significa que tus sobras se conservarán durante más tiempo y, si eres un panadero casero, puedes abastecerte de tantas pizzas caseras como tu congelador pueda contener.
Las mejores formas de congelar la pizza
Ya sea que tengas una pizza recién horneada entera o unas pocas rebanadas sobrantes, aquí te mostramos cómo asegurarte de que tu pizza se mantenga fresca y sabrosa en el congelador.
Pizza casera
Si estás horneando una pizza para comer en una fecha posterior, no es necesario cocinarla completamente antes de congelarla. En su lugar, intenta hornear parcialmente la masa para que mantenga su forma y luego cocina la pizza fresca cuando la saques del congelador.
Para seguir este método, extiende tu masa, colócala en una bandeja para hornear y cocina a 450ºF durante aproximadamente 5 minutos. Deja que se enfríe por completo y luego agrega tu salsa de tomate, queso y cualquier otro ingrediente.
Una vez que hayas armado tu pizza, envuélvela bien con film transparente para evitar que entre aire. Evita presionar demasiado fuerte, ya que no quieres aplastar tu pizza. Luego, agrega una capa de papel de aluminio para evitar la humedad y coloca la pizza en el congelador.
Pizza sobrante
Para congelar la pizza sobrante, sepárala en rebanadas individuales y envuelve cada una en film transparente, dándole dos vueltas para asegurarte de que esté bien protegida. Luego, agrega una capa de papel de aluminio, presionando ligeramente para evitar que se forme espacio. Apila las rebanadas una encima de la otra en el congelador, pero no coloques otros alimentos encima o debajo de ellas, ya que esto puede transferir sabores.
¿Cuánto tiempo dura en el congelador?
Si congelas la pizza sobrante, se mantendrá en su mejor estado durante 1 o 2 meses. Aunque seguirá siendo seguro comerla después de este período, si realmente odias desperdiciar comida, no tienes que tirarla. Sin embargo, es mejor tratar de consumirla dentro de los 2 meses, ya que será más sabrosa en ese momento.
Las mejores formas de recalentar la pizza congelada
Existen un par de formas diferentes de recalentar la pizza congelada, pero para obtener mejores resultados, siempre debes descongelarla primero. Saca la pizza del congelador, aún envuelta en su envoltura protectora, y transfiérela al refrigerador, luego déjala durante 3 a 4 horas hasta que esté completamente descongelada.
En el horno
La forma convencional de calentar la pizza es en el horno, y esto se recomienda para cualquier pizza casera parcialmente horneada. Precalienta tu horno a 500ºF y hornea la pizza durante 10 minutos, hasta que la corteza esté dorada.
En una sartén
Este es un excelente método para unas pocas rebanadas de pizza sobrante, ya que debería ayudar a mantener la base crujiente. Toma una sartén con tapa y caliéntala a fuego medio. Una vez que la sartén esté caliente, agrega la pizza y cocina durante unos minutos para que la corteza se vuelva crujiente. Agrega unas gotas de agua en un lado de la sartén y cubre para atrapar el vapor. Deja durante unos minutos más para permitir que el vapor cocine los ingredientes.
En el grill
Otra forma de mantener esa corteza crujiente, este método es ideal cuando tienes algunas rebanadas adicionales y no puedes meter todo en una sola sartén. Coloca una bandeja para hornear debajo del grill durante cinco minutos para calentarla, luego agrega la pizza y cocina durante 4 a 5 minutos hasta que el queso esté burbujeante.
Si todo este hablar de pizza te ha dado hambre, date un gusto con la pizza de la que todos hablan: la pizza al estilo Detroit.